Imagino que si has llegado hasta aquí es porque debes de ser muy curioso alrededor de este gran mundo de La Bolsa y al que espero, no sólo te asomes por la necesidad imperiosa de “ganar dinero”, aunque sea este el único fin de Tiempo de Bolsa.
Al ser esta mi casa, los informes y/o análisis serán diferentes a los que he realizado para diversos medios de comunicación nacionales en formato papel desde mitad del 2015 hasta finales del año 2017, es decir, iré al grano en unas cuantas líneas.
Para todo aquel visitante que aún no conozca Tiempo de Bolsa, comprobará que si bien no todas las semanas del año obtendrá rentabilidades, en el cómputo global la noche de las campanadas, y sin necesidad de un chequeo demasiado exhaustivo, verá cómo su cuenta ha aumentado en una cuantía reseñable.
Puntualmente se irán dando avisos de oportunidades para el día siguiente o posteriores (para las entradas a muy largo plazo ya tienes a los “gurús”) y aunque todos los días salga el sol, no se publicará de lunes a domingo ya que no es viable ni para tu bolsillo ni para tu salud mental, por lo que para comentar el equilibrio de fuerzas por así decirlo, dispones de mucho donde elegir fuera de aquí.
Puedes hacerte una idea de lo que significó Tiempo de Bolsa durante sus años en abierto al público en este enlace.
Desde luego, de lo que sí se te puede asegurar al 100% desde esta tribuna es que la catadura moral y la profesionalidad del responsable de Tiempo de Bolsa es infinitamente mucho más alta de la que puedas encontrar a lo largo y ancho del mercado, no hace falta que me explique, ¿o sí?.
Aunque te parezca raro dado los tiempos que corren y más aún siendo el sector que es, la creación de Tiempo de Bolsa y sus “apuntes” son realizados desde un prisma netamente altruista a pesar de cubrir una necesidad real, y como una forma de gestión del conocimiento, con el objetivo de compartir información y experiencias.